Esta Navidad Papa Noel me trajo un regalo excelente.
Uno de esos regalos ´no materiales´.
Y tal como me dijo el Libro de las Respuestas: Nunca lo olvidare.
El 25 de madrugada, caminaba con el sin rumbo fijo, por las calles desiertas, paseando, charlando...
Cuando poco a poco la vereda empezo a cubrirse de gotitas.
Uno de esos regalos ´no materiales´.
Y tal como me dijo el Libro de las Respuestas: Nunca lo olvidare.
El 25 de madrugada, caminaba con el sin rumbo fijo, por las calles desiertas, paseando, charlando...
Cuando poco a poco la vereda empezo a cubrirse de gotitas.
´Te molesta la lluvia? ´ - me pregunto.
´No, no me molesta mojarme´ - fue mi respuesta.
Asi que seguimos paseando del brazo como si nada.
Al llegar a la esquina se largo la tormenta con todo, al mirar hacia los lados para cruzar la calle, nos sorprendio poder 'ver' la lluvia.
Iluminada por los haces de luz del alumbrado callejero, se veia la cortina de agua desde la copa de los arboles hasta mojar los adoquines.
Y en mitad de la calle nos quedamos... mirando como la lluvia cambiaba de direccion segun hacia donde soplaba el viento.
Estuvimos varios minutos abrazados en mitad de la calle... hasta que se nos llenaron de agua los ojos... ya no veiamos mas y decidimos seguir.
Comenzamos a caminar... y luego de varios pasos la tormenta repentinamente amaino hasta desaparecer un ratito despues.
En esa esquina hubo magia...
(...Lo sentiste? Fue un momento magico.)
Para mi, estar abrazados bajo la lluvia en esa esquina de Nuñez fue mucho mejor que dormir juntos un dia de lluvia.