martes, agosto 25

El sol en mi piel

Se me ha llenado la espalda de sol…

y cuando el sol se va, solo queda mi piel: ardiente, sedienta, insaciable!

Añorando el suave reposar en la arena. La refrescante inmensidad del mar.

Y aquí, encerrada en estas ropas, mi piel no hace mas que agitarse clamando libertad, intentando alejarse de cualquier roce.

Es que en este estado de añoranza, hasta una suave pluma podría atormentarme.

Amo el sol. Amo su calor, su energía… pero no que intente quedarse en mi, anidar en mi piel.

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