viernes, marzo 3

Pleuvant après minuit.


Recien llego, ya estoy en casa.

Del otro lado de mi ventana el cielo exploto en lagrimas.
Una chica vestida de negro y un perro blanco me siguieron todo el camino desde la estacion de Liniers.
Las calles desiertas, el asfalto mojado, mi pelo suelto, el viento despeinandome, el cielo iluminandose por instantes.
Mientras intentaba echar al perro, que venia oliendome las zapatillas, contaba los segundos entre el relampago y el trueno... apurando el paso porque la tormenta acechaba feroz.
Ya estoy en casa.
Desde la ventana abierta de mi habitacion escucho la lluvia,
la disfruto... hasta puedo olerla!!!
Amo la lluvia! casi tanto como a la luna y el sol...
pero esta noche preferi no mojarme.